nuestra historia
Nuestra aventura comenzó en un momento único e inesperado: la pandemia que sacudió al mundo en el 2020. Fue entonces cuando descubrimos una necesidad y una pasión que nos llevaron a emprender un viaje asombroso.
La idea de crear un panqué excepcional, que mantuviera la esencia de lo tradicional de Monterrey, pero con un toque personal, nació en medio de las circunstancias desafiantes que vivimos. Armados con recetas caseras y el deseo de compartir nuestro amor por la repostería, comenzamos a hornear nuestros panqués principales.
En los primeros meses, nuestros amigos y familiares nos brindaron su apoyo inquebrantable, comparando y recomendándonos a quienes conocían. Nuestro crecimiento fue constante y orgánico. Con el tiempo la demanda superó nuestras expectativas, al punto de que nos quedamos sin espacio para almacenar nuestros productos.
Fue en ese preciso momento que se nos presentó un desafío adicional: encontrar el nombre adecuado para nuestro emprendimiento. Un amigo que nos visitó y quedó impresionado al ver la variedad de sabores y la atmósfera acogedora de nuestra cafetería exclamó: "¡Aquí es la casa de los panqués!" De esta expresión espontánea surgió el nombre que hoy en día nos identifica.
Desde el inicio hasta el día de hoy, nuestra historia ha estado marcada por el apoyo y los comentarios valiosos de nuestros clientes. Hemos crecido y evolucionado gracias a ellos, y sus opiniones han sido la brújula que nos ha guiado hasta convertirnos en lo que somos hoy.
Nuestra historia está entrelazada con la pasión por la repostería, la dedicación a nuestros clientes y el deseo de ofrecer platillos excepcionales en cada bocado. ¡Gracias por ser parte de la historia de La Casa del Panqué!